La investigadora explica que los polos de la Tierra tienen una geografía muy diferente. El Océano Ártico está rodeado de América del Norte, Groenlandia y Eurasia, grandes masas de tierra que atrapan la mayoría del hielo que se concentra y se retira cíclicamente según la época del año. Pero una gran parte del hielo más antiguo ha desaparecido en las últimas tres décadas y la cubierta del hielo de verano ha quedado expuesta al agua oscura del océano, que absorbe la luz solar y se calienta, lo que lleva a la pérdida de más hielo.
Por el contrario, la Antártida es un continente rodeado de aguas abiertas que permiten al hielo marino expandirse durante el invierno, pero también ofrecen menos protección durante la temporada de deshielo. La mayor parte de la cubierta helada del Océano Austral crece y se retira cada año, dando lugar a poco hielo marino perenne en la Antártida. Los cambios aquí no han sido uniformes. La mayor parte del crecimiento se ha producido en Ross Sea, que ganó 13.700 kilómetros cuadrados de hielo marino cada año, con crecimientos más modestos en otras zonas. Al mismo tiempo, la región de Bellingshausen y el Mar de Amundsen perdió más de 8.000 km cuadrados al año. Los autores del estudio creen que este patrón mixto de crecimiento y pérdida de hielo en distintas áreas del Océano Antártico podría ser debido a cambios en la circulación atmosférica. Recientes investigaciones apuntan a la reducción de la capa de hielo sobre la Antártida como el posible culpable.
Cambio climático
Sin embargo, los números de este crecimiento palidecen frente al descenso en el Ártico. Según los datos del estudio, la extensión de la capa de hielo del Océano Ártico en septiembre de 2012 era de 3,40 millones de kilómetros cuadrados por debajo de la media calculada entre septiembre de 1979 a 2000, es decir, que el área de hielo perdido equivale a aproximadamente dos veces Alaska.
«El clima no cambia de manera uniforme: La Tierra es muy grande y la expectativa, sin duda, sería que hubiera cambios diferentes en las distintas regiones del mundo», dice Parkinson, quien señaló que el hecho de que se estén enfriando algunas zonas del Océano Antártico y produzca más hielo no desaprueba la teoría del cambio climático.Según la NASA, este estudio, que usó datos de altimetría láser del satélite ICESat, es el primero en calcular el espesor del hielo marino en el Océano del Sur desde el espacio.