El radio de este mundo se ha contraído 7 km desde su origen, mucho más de lo que se pensaba
Los científicos sabían desde hace tiempo que Mercurio, el planeta más interno del Sistema Solar, se está encogiendo, contrayéndose sobre sí mismo a medida que su núcleo se enfría lentamente. Pero lo que no sabían es que lo ha hecho de forma mucho más intensa de lo que creían. Lo han revelado nuevos datos topográficos proporcionados por la misión Messenger de la NASA, que orbita alrededor de este mundo desde 2011. El estudio global comprende más de 5.900 formaciones geológicas, como escarpes y arrugadas cordilleras. Los hallazgos, dados a conocer por el Instituto Carnegie para la ciencia en Washington (EE.UU.) publicados en la revista Nature Geoscience, son la clave para la comprensión de la historia térmica, tectónica y volcánica del planeta, y la estructura de su inusualmente grande núcleo metálico.
A diferencia de la Tierra, con sus numerosas placas tectónicas, Mercurio tiene una sola capa rocosa rígida en el exterior. Antes de la misión Messenger, solo el 45 % de la superficie de Mercurio había sido fotografiada por una nave espacial. Con esa única referencia, los científicos creían que el radio del planeta se había contraído entre 0,8 y 3 km, unos datos que no coincidían con los que parecían indicar los modelos de la historia térmica del planeta, que predecían una contracción radial de entre 5 y 10 km a partir del bombardeo intenso tardío del Sistema Solar, que terminó hace unos 3.800 millones de años.
Los nuevos resultados, que se basan en el primer estudio exhaustivo de la superficie del planeta, muestran que Mercurio se ha contraído radialmente hasta 7 kilómetros, mucho más que las las primeras estimaciones y en consonancia con los resultados de los modelos térmicos. El radio actual de Mercurio es de 2.440 km.
Los investigadores identificaron un número mucho mayor y variado de estructuras geológicas en el planeta de lo que se había reconocido en la investigación anterior. Localizaron 5.934 crestas y escarpas atribuidas a la contracción global, que varían de 9 a 900 km de longitud.