Científicos de la brasileña Universidad do Vale do Itajaí (Univali) han descubierto que el achachairú, un árbol frutal de origen boliviano, es eficaz para combatir ciertos tipos de células cancerígenas.
Imagen cedida por el Observatorio Europeo del Sur (ESO por sus siglas en inglés) que muestra la planta senecio graveolens o "chachacoma" que crece en el altiplano boliviano y que como el achachairú (Garcinia achachairu), también tiene propiedades anticancerígenas. EFE/Carlos Echiburú/ESO
Los investigadores de la Univali consiguieron aislar dos compuestos de extractos de la planta que, al menos en laboratorio, tuvieron efecto para inhibir las células tumorales en casos de cáncer de próstata, mama y riñón, señaló la universidad en un comunicado.
El descubrimiento, hecho en asociación con investigadores de la también brasileñaUniversidad de Campinas (Unicamp), fue destacado en un artículo publicado recientemente en una revista científica internacional.
El achachairú (Garcinia achachairu), una fruta comestible muy apetecida por los bolivianos, que la usan para producir refrescos, helados y postres, constituye una “nueva esperanza en el combate del cáncer”, señaló la Univali.
En Bolivia la medicina tradicional utiliza la cáscara de la fruta y la corteza del árbol del achachairú como cicatrizante y para tratar problemas como reumatismo, inflamación, disturbios gástricos y manchas en la piel.
Pese a ser prácticamente desconocido en Brasil, el fruto ya fue adaptado a diferentes regiones brasileñas, entre las cuales Santa Catarina, estado del sur del país en que la Univali tiene su sede.
La investigación de la universidad brasileña es desarrollada en el marco de un proyecto apoyado por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted) para identificar nuevos agentes terapéuticos a partir de la biodiversidad regional.
“Hicimos pruebas con extractos de diferentes partes de la planta y obtuvimos los mejores resultados con las ramas”, afirmó el investigador Rivaldo Niero, uno de los responsables por el estudio, citado en el comunicado de la Univali.
“Ya aislamos e identificamos dos sustancias raras que parecen ser las responsables por el efecto biológico evidenciado”, agregó el científico, quien admitió que esas propiedades, así como su seguridad y toxicidad, aún tiene que ser probadas en humanos.
Valdir Cechinel Filho, otro de los investigadores de la Univali, explicó que los estudios proseguirán en adelante en asociación con el Centro de Investigación en Cáncer de la Universidad de Salamanca (España).
La nueva fase de la investigación, con pruebas en modelos “in vivo”, se propone elucidar los mecanismos de acción de los principios activos, según Cechinel Filho. EFEFuturo