El conflicto por la caza de ballenas en la Antártida parece haber dado un giro peligroso después de los reclamos de que barcos japoneses intentaron sabotear los navíos de Sea Shepherd en el helado Mar de Ross.
Navíos de los dos bandos chocaron el domingo y al parecer los barcos arponeros japoneses intentaron en varias ocasiones enredar las hélices de los barcos activistas australianos de la organización Sea Shepherd con cables de acero y cuerdas, según estos últimos.
A pesar de los enfrentamientos, Peter Hammarstedt, de Sea Shepherd, dijo que los activistas estaban todavía en contacto con el barco japonés Yushin Maru, que se dio a la huida.
Hammarstedt relató que su barco Bob Barker y el Steve Irwin estuvieron siguiendo al ballenero japonés durante ocho días, impidiendo la caza de ballenas, a una distancia de unas dos millas náuticas cuando comenzó un ataque concertado.
"Nunca habíamos tenido un ataque tan despiadado y coordinado salido de la nada como este", dijo Hammarstedt.
Los barcos de Sea Shepherd Steve Irwin y Bob Barker fueron atacados por tres barcos arponeros pertenecientes a la flota de caza ilegal de ballenas japonesa", dijo a la cadena ABC.
"Estos barcos arponeros entraron duro. Golpearon mi arco con cerca de 300 metros de cable de acero con la intención expresa de causar daño a mi timón y hélices".
"Afortunadamente, debido a una gran cantidad de maniobras evasivas, yo fui capaz de evitar enredarme, pero en una ocasión uno de los buques arponeros se acercó tanto que terminó chocando con mi barco", relató el capitán.
Sin embargo, en un comunicado emitido a través de la embajada japonesa en Canberra, el Instituto de Investigación de Cetáceos del país asiático señaló que los activistas arrojaron cuerdas enfrente de la flota japonesa, y que el Bob Barker se estrelló contra uno de los barcos japoneses.
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