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Gracias a las nuevas tecnologías los restauradores pueden ahora analizar la pintura a nivel molecular, recuperar los colores originales y revelar los métodos y técnicas de los grandes maestros.
El científico Joris Dik examinó el cuadro de Van Gogh 'Flores en un vaso azul' (1889), y estudió la conversión del color cadmio amarillo original en el tono grisáceo que vemos ahora. Sin modificar en ningún caso la obra, efectuó una copia digital que mostró un color extremadamente profundo y brillante, y ahora está trabajando en su laboratorio en una imagen tridimensional, recreando su textura y superficie.
Los expertos confirman que muchas de las tecnologías de restauración no están listas aún del todo, pero con el tiempo se irán refinando y ya se prevé su generalización. Muchos instrumentos ahora son portátiles y el equipo analítico se miniaturiza, lo que permite a los expertos trabajar directamente en los museos, una gran ventaja debido al coste y al riesgo que entraña de transporte de las obras de arte.
La nanotecnología como herramienta para la observación del comportamiento de las moléculas individuales también tiene aplicaciones en otros ámbitos, como la fabricación de baterías en miniatura o el tratamiento del cáncer.
El físico Volker Rose, del Laboratorio Nacional Argonne, sostiene que los nuevos métodos de estudio en arte son muy sugestivos, ya que permiten conocer con exactitud las técnicas secretas de los grandes maestros de pintura.