El calentamiento global se ha convertido en una amenaza potencial grave para los habitantes de islas y de ciudades ribereñas. Las consecuencias no tardarán en manifestarse en un futuro cercano, estiman los expertos.
En los últimos cien años hemos liberado a la atmosfera tanta cantidad de dióxido carbónico y de otros gases que retienen calor, que el nivel del mar ha aumentado en unos 20 centímetros. Los expertos pronostican que aunque dejáramos de usar los combustibles de origen fósil, los gases ya acumulados continuarían calentando nuestro planeta durante siglos. Sin embargo, los datos sobre el calentamiento global siguen siendo demasiado contradictorios e imprecisos para convencer a las compañías multinacionales de la industria petrolea.
El aumento global de temperatura influye en el nivel del mar de dos formas: bien porque el deshielo añade más agua al océano y o bien por el hecho de que el agua caliente tiene más volumen que el agua fría. Según las mediciones científicas de alta precisión que reflejan los últimos estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climatico (IPCC) solo Groenlandia pierde anualmente no menos que 200.000 millones de toneladas de hielo.
Según las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarollo Económicos, en 2070 más de 150 millones de habitantes se verán afectados por el aumento del nivel del mar, sin contar la población de pequeñas ciudades ribereñas.
Entre las ciudades que se cree que podrían quedar inundadas destacan Guangzhou (China), Mumbai (India), Nagoya (Japón), Shenzen (China), Osaka (Japón), Guayaquil (Ecuador), Ho Chi Minh City (Vietnam), Abidjan (Costa de Marfil), Zhanjing (China), Khulna (Bangladés), Palembang (Indonesia), Alejandría (Egipto), Barranquilla (Colombia), Nápoles (Italia), Sapporo (Japón) y Santo Domingo (República Dominicana).
Pero para las naciones insulares la situación se presenta mucho peor, ya que su población no puede moverse a otras regiones más interiores de su país. En el año 2005 las Naciones Unidas evacuaron a un centenar de habitantes de la isla Tegua del Océano Pacifico, que se sumergía lentamente, que se convirtieron en los primeros refugiados del cambio climático en el mundo. Otra serie de islas también están en peligro de desaparecer pronto bajo el océano.
Desgraciadamente, el calentamiento global es objeto de debates políticos, sobre todo en EE.UU. Por razones económicas o políticas en este país proliferan los ensayos e informes que tratan de minimizar el problema, aun con los datos científicos en la mano.