Un equipo de científicos australianos acaban de realizar un importante descubrimiento en un yacimiento de fósiles en Riversletigh World Heritage, en el noroeste de Queensland, Australia. El aspecto más inesperado es que se trata de semen fosilizado de unos pequeños crustáceos, parecidos a las gambas,que se han conservado durante 17 millones de años.
Según investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, creen que el semen de este crustáceo, que medía alrededor de 1.3 mm de longitud, era más grande que el propio cuerpo del animal y estaba enroscado dentro de los órganos masculinos de estos ostrácodos.
El estudio ha sido publicado en la revista Proceedings of the Royal Society y los autores dicen que se trata de los espermatozoides fosilizados más antiguos que se han hallado. El científico australiano señala que el descubrimiento de los espermas fosilizados, incluyendo el núcleo que alguna vez contuvo la información de su ADN y de sus cromosomas, fue un suceso inesperado en el yacimiento de Riversleigh -inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco-, a pesar de que este lugar es conocido por sorprendentes hallazgos «como el ornitorrinco gigante dentado y canguros carnívoros», recuerda Archer.
Otros análisis en Alemania y Francia detectaron los órganos internos de los ejemplares fosilizados, incluyendo los sexuales, y revelaron que dentro de ellos se encontraba el semen, en buen estado de conservación.
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