El Planeta rojo será fácilmente reconocible por su color en el cielo hasta el amanecer
Esta noche (8 de abril), Marte realizará su oposición al Sol, un movimiento de su órbita por el que el planeta queda prácticamente alineado con el astro rey (de forma que para nosotros resultan opuestos en el cielo) y la Tierra. Esta disposición cósmica nos permitirá observar con claridad el que puede ser el próximo destino del ser humano más allá de nuestra pequeña «bola azul» durante toda la noche.
La oposición con el Sol se producirá a las 21.03 GMT (dos horas más en la Península Ibérica). Entonces, Marte se encontrará a 0,62 unidades astronómicas, el equivalente a la distancia media entre la Tierra y el Sol, atravesando la constelación de Virgo. Visto con un telescopio tendrá un diámetro aparente de 15,1 segundos de arco y brillará con una magnitud de -1,5, similar a Sirio. Será fácil de reconocer, ya que se verá con el tono amarillo-naranja de una fogata. Cerca, podrá verse en contraste la estrella Spica (Espiga), de uno helado tono blanquiazul.
Marte se elevará al este alrededor del atardecer, alcanzará su pico más alto en el cielo alrededor de la medianoche y se pondrá al oeste cerca del amanecer, según explican desde la web EarthSky. La oposición de Marte no se llevará a cabo nuevamente hasta el 22 de mayo del 2016.
La máxima aproximación de Marte a la Tierra sucederá el 14 de abril, pero parecerá prácticamente del mismo tamaño y brillo durante todo el mes. La distancia entre ambos mundos se reduce unos 300 km por minuto, de forma que cuando culmine la convergencia el abismo entre ambos se habrá reducido a solo 92 millones de km, no demasiado si se tiene en cuenta la inmensidad de las distancias en el Sistema Solar.
Los aficionados a la astronomía que dispongan de un telescopiopequeño o mediano y puedan desplazarse a algún lugar con cielos limpios y despejados tendrán la oportunidad de observar Marte de una manera excepcional. Podrán captar algunas regiones claras u oscuras en la superficie del planeta y el casquete polar, por su tono blanquecino brillante.