Recreación artística del satélite Sentinel-1 observando la Tierra. ESA
La capa de hielo de la Antártida Occidental se contrae de manera irreversible... pero el mar de hielo del Ártico aumenta sorprendentemente en el verano de 2013. La temperatura de la superficie del mar se mantiene estable durante una década... aunque hay indicios de que el calor se está concentrando en las profundidades. Los científicos advierten que hay que dar por zanjado el debate y pasar a la acción, pero rara es la semana que dos o más noticias contradictorias sobre el cambio climático saltan a grandes titulares y vuelven a alimentar el escepticismo en la opinión pública y en la clase política.
El Sentinel 1, lanzado el pasado mes de abril, ha ofrecido ya unas poderosas imágenes de las inundaciones en Namibia y del glaciar de las isla de los Pinos, que ha perdido una 32 kilómetros cúbicos de hielo en menos de una década. La nueva generación de satélites,según la ESA, servirá no ya sólo para ofrecer datos que avalen el cambio climático, sino para para prevenir sequías e inundaciones, responder a los desastres naturales o evaluar el impacto del cambio de usos en la tierra.
Hasta 50 variables, detectadas por los satélites, servirán periódicamente a la ESA para tomarle el pulso al planeta. Aunque los científicos siguen sin ponerse de acuerdo ante una simple pregunta:«¿Cuál es el mensaje inequívoco que están transmitiendo a la Tierra?».
«El mensaje es que el clima está cambiando y que tenemos que prepararnos para la mitigación y la adaptación», responde Stephen Briggs, al frente del Sistema de Observación Global del Clima de la ESA. «Estamos ante un problema muy complejo y algunos datos pueden resultar fluctuantes o contradictorios si no se conoce a fondo el tema. Pero para mí hay un dato que lo dice todo: el nivel de los mares sigue aumentando año tras año».
Christopher Merchant, de la Universidad de Reading, recogió el envite durante el acto celebrado en la Royal Society y habló del «calentamiento de los mares». Pese a reconocer que la temperatura global en la superficie marina se ha mantenido estable en la última década, Merchant destacó cómo los océanos pueden estar almacenando el calor en las aguas intermedias, lo que puede disparar el aumento del nivel del mar a medio plazo.
Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds, habló de la «nueva perspectiva» del hielo y aseguró que las primeras imágenes del Sentinel 1 han servido para ratificar la creciendo preocupación por el adelgazamiento de la capa de hielo en la Antártida occidental y en Groenlandia. Otro satélite de la ESA, CryoSat, diseñado específicamente para monitorizar las regiones heladas de la Tierra, certificó en octubre pasado el sorprendente aumento en un año de un 50% en la capa de hielo del Ártico, hasta llegar a los 9.000 kilómetros cúbicos. Shepherd reconoció que la «buena noticia» no refleja de momento un cambio en la tendencia a largo plazo, sobre todo teniendo en cuenta que el «mar de hielo» del Ártico contaba con 20.000 kilómetros cúbicos en los años 80.
«Los problemas se ven en cualquier caso mejor desde la distancia», concluyó el director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Volker Liebig, en las conclusiones. «Lo cierto es que los satélites nos han ayudado mucho a comprender cómo funciona el clima, y con la nueva generación del programa Copérnico, unido a los avances de la computación en nube, vamos a ser capaces de interpretar mucho mejor los datos».
«Vivimos en la era de los grandes datos», reconoció Liebig. «Y la mejor manera de crear conciencia en la opinión pública e impulsar la acción política es precisamente haciendo abiertos y accesibles todos los datos sobre el cambio climático que sean captados en órbita por nuestros centinelas».
Mark Walport, uno de los mayores asesores científicos del Gobierno de David Cameron, hizo por su parte ayer una llamada a la clase científica para dejar atrás el debate sobre el calentamiento del planeta y pasar directamente a evaluar el impacto y las soluciones. «El cambio climático está sucediendo y los humanos estamos contribuyendo de un modo significativo», dijo Walport. «Los científicos deberían estar ya hablando claramnte de las opciones. El debate debe moverse del qué vamos a hacer al cómo lo vamos a hacer», aseguró.
Datos desde el cielo
- Hielo. Los datos por satélite desde 1978 muestran una pérdida anual del 2,7% de la capa de hielo del Ártico. En 2013, se invirtió la tendencia y el hielo cubría el 50% más superficie que en el 2012.
- Temperatura. El aumento de la temperatura en la superficie terrestre alcanzó un pico en 1998 y se ha ralentizado en la última década. Pero 2013 fue el sexto año más caluroso desde 1850.
- Océanos. La temperatura en la superficie de los océanos subió 0,1 grados entre 1961 y 2003. Y está estable en la última década.
- Deshielo continental. El nivel del mar aumentó 1,8 milímetros entre 1961 y 1993. Desde entonces, la subida se ha acelerado a un ritmo de 3,1 milímetros cada año.
Fuente: Diario El Mundo
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