La compleja, efusiva e infrecuentemente furiosa erupción en la isla grande de Hawái, centrada tanto en el cráter de la cumbre Halema'uma'u de Kilauea como en sus flancos en la Zona de Rift Este (ERZ), es todo tipo de cosas en este punto: espectacular, peligroso , algo impredecible, y al mismo tiempo, precisamente lo que los vulcanólogos esperaban.

Por el momento, lo que llama la atención de la mayoría de la gente son las docenas de fisuras, que producen cantidades variables de lava fresca. Gracias a la eyección de algunas reservas más frías y menos gaseosas durante el procedimiento, estas fisuras producen ahora colores carmesí y amarillo más fluidos y ricos en gases. Como el pico de las emisiones de dióxido de azufre (triplicado desde unos días antes, de hecho), también se puede observar una prominente formación de lava.

Esto mantiene a todos en el Observatorio de Volcanes Hawaianos (HVO) del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), y los vulcanólogos de todo el mundo, increíblemente ocupados. Trabajando con Defensa Civil, han advertido a las personas que se alejen de las nubes ácidas que se producen a lo largo de la costa, evacuaron a los residentes de los flujos de lava entrantes y cortésmente le pidieron a las personas que se alejen de esas fuentes de lava.