Primera detección de vapor de agua, imagen facilitada por ESA.
Las observaciones se han conseguido gracias a MIRO, el Instrumento de Microondas de Rosetta, que descubrió que el citado cometa expulsaba vapor de agua el pasado 6 de junio, cuando la nave se encontraba a unos 350.000 kilómetros de distancia, según una nota de la Agencia Espacial Europea (ESA).
“Siempre supimos que veríamos vapor de agua saliendo del cometa, pero nos ha sorprendido detectarlo tan pronto”, dice Sam Gulkis, investigador principal del instrumento MIRO, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
“A este ritmo el cometa llenaría una piscina olímpica en unos 100 días“, según este experto, quien asegura que “a medida que se acerque al Sol la producción de gas aumentará significativamente y con Rosetta disfrutamos de un magnífico mirador desde el que observar estos cambios desde cerca y desvelar por qué ocurren exactamente”.
Junto con el monóxido de carbono, el metanol y el amoniaco, el agua es uno de los principales componentes volátiles de los cometas y MIRO está diseñado para determinar la cantidad de cada una de estas materias, para conocer la naturaleza del núcleo del cometa y para descubrir el proceso de emisión y en qué superficie se origina.
Estos gases se convierten en la nube de polvo que forma la coma que rodea al cometa: “a medida que el cometa se aproxima al Sol su coma se expande y la presión del viento solar hará que una parte del material se extienda y forme una larga cola“, informa la ESA.
La nave y el cometa llegarán al punto de máximo acercamiento al Sol en agosto del año que viene, entre las órbitas de la Tierra y de Marte y “los ingenieros de Rosetta usarán estas observaciones de MIRO para planificar las operaciones futuras”, apunta Sam Gulkis.
Rosetta se encuentra ahora a 72.000 kilómetros de su destino y aún faltan seis de las diez maniobras para que se sitúe a 100 kilómetros del núcleo, distancia que se alcanzará el próximo seis de agosto.
Fuente: EFEfuturo
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